La inulina es un polisacárido no digerible por las enzimas del tracto gastrointestinal. Está formada por fibras solubles provenientes de la raíz de la achicoria (Cichorium intybus) por un proceso de extracción en agua caliente.
Pequeñas proporciones de estas fibras vegetales han formado parte de nuestra dieta por siglos, pues se encuentran naturalmente en frutas y verduras.
No se digieren en el estómago ni en el intestino delgado, llegan intactas al intestino grueso donde estimulan selectivamente el crecimiento de bifido – bacterias beneficiosas.
Sirven como alimento para la proliferación de microorganismos que favorecen el equilibrio de la flora intestinal.
En la llegada al colon la inulina es fermentada selectivamente por la microflora que provee la mejor protección, proporcionando un funcionamiento intestinal óptimo, induciendo secreción colónica y un efecto prebiótico o bifidogénico. Se han realizado estudios con voluntarios sanos con movimiento intestinal irregular y se observó luego de dos semanas de tratamiento con una dosis de 8g diarios, una regularización en el tránsito.
Las bacterias a nivel del intestino grueso contribuyen a un número considerable de funciones biológicas en nuestro cuerpo incluyendo: la formación de una barrera protectora contra patógenos e infecciones intestinales y la regulación del tránsito intestinal.
Las bifidobacterias y los lactobacillus son bacterias con un efecto positivo en el organismo humano. El efecto probiótico consiste en la incorporación de bacterias vivas al alimento que puedan sobrevivir al pasaje por el estómago y alcanzar el intestino donde ejercerán su acción.
El bajo pH del estómago y los ácidos biliares en el intestino delgado son serios obstáculos para la sobrevivencia de las bacterias. Por otra parte es necesaria una buena adherencia de las bacterias a las células intestinales para garantizar una buena actividad y larga estadía en el intestino.
El efecto prebiótico que ejerce la inulina, componente no digerible de la alimentación, beneficia al huésped estimulando selectivamente el crecimiento y/o la actividad de un determinado tipo de bacterias mejorando así la salud del individuo.
Las dietas suplementadas con lactobacilos y bifidobacterias reducen el riesgo de contraer cáncer de colon, la inulina contribuye además en reducir el contacto de agentes carcinógenos con el epitelio colónico.
Tiene acción también preventiva de afecciones cardiovasculares. La ingestión de fibras dietéticas, principalmente la soluble disminuye los triglicéridos séricos y las concentraciones de colesterol LDL.
La ingestión de este prebiótico es causa de la formación de ácidos orgánicos de cadena corta en el colon, debido a la fermentación de los mismos, y el descenso del pH en la luz intestinal lo cual aumenta la ionización de elementos como el calcio y el magnesio y facilita su absorción por difusión pasiva, contribuyendo a evitar la osteoporosis.
Posología: 1 cucharada sopera (8g) disuelta en vaso de agua.