La vitamina B12 (cobalamina) es una vitamina hidrosoluble que cumple roles esenciales en nuestro organismo. Esta presente en la formación de glóbulos rojos, el metabolismo de las células, la función nerviosa, tanto para la preservación de la vaina de mielina alrededor de las neuronas, como para la síntesis de neurotransmisores y ADN.
Esta vitamina no es sintetizada por los animales, sino por bacterias y por cierto tipo de microorganismos anaerobios que estarían habitualmente en el agua, en la tierra y en las plantas. Estos microscópicos productores de cobalamina son ingeridos por los animales y habitan una parte de su intestino, que se acumula en su organismo y/o se excreta. Por tanto los animales dependen de la producción microbiana de su propia flora intestinal o de su presencia en la dieta.
Incluso, la mala utilización de los suelos, la contaminación de las aguas, entre otros factores, han hecho que hoy día incluso se llegue a suplementar a los animales con vitamina B12.
Existen diferentes formas de vitamina B12: formas activas (cobalamina, cianocobalamina, metilcobalamina, adenosilcobalamina e hidroxicobalamina) y análogos o corrinoides inactivos. Los corrinoides inactivos pueden competir por la absorción de la vitamina B12 por su similitud en la estructura.
Esta vitamina también se agrega a algunos alimentos, y se puede suplementar con la cantidad de microgramos adecuados.
LA VITAMINA B12 Y EL CUERPO HUMANO…
Debido a que el cuerpo es capaz de almacenar vitamina B12, es poco frecuente que ocurra esta deficiencia. Sin embargo, aquellas personas que siguen una dieta vegetariana o vegana, podrían ser propensas a la deficiencia, ya que los alimentos de origen vegetal no contienen esta vitamina.
Los adultos mayores y las personas con afecciones del tubo digestivo que afectan la absorción de nutrientes (como la celiaquía o enfermedad de Crohn) también son vulnerables a la deficiencia de la misma. Es importante llevar un control adecuado con un medico o nutricionista para saber la situación de cada persona y si es necesario suplementar.
La deficiencia de vitamina B12 es comúnmente asociada con una inflamación crónica del estómago, que puede contribuir a un síndrome de malabsorción autoinmune de la vitamina B12 llamado anemia perniciosa y a un síndrome de malabsorción de vitamina B12 unida a los alimentos. Un deterioro de la absorción de la vitamina puede causar una anemia megaloblástica y desórdenes neurológicos en sujetos con deficiencia.
En adultos sanos, la deficiencia de la vitamina B12 no es común, principalmente porque el suministro total del cuerpo puede exceder 2,500 μg, el desgaste diario es lento, y la ingesta dietaría de solo 2.4 μg/día es suficiente para mantener un nivel adecuado de vitamina B12.
Sin embargo en algunos casos, el dicho “más vale prevenir que curar” es más que acertado. Las consecuencias del déficit de vitamina B12 son perjudiciales e incluso irreversibles y pueden evitarse con el simple hecho de vigilar la ingesta. La deficiencia de cobalamina puede acarrear desde desórdenes hematológicos como la anemia, hasta neurológicos como neuropatías, depresión, demencia y pérdida de memoria.
Por eso, es recomendable realizar una consulta con un médico tratante y realizarse exámenes para conocer mejor nuestro estado de salud.