Caminar es el más importante ejercicio que podemos realizar, involucra toda una experiencia sensorial y motora. Sensorial porque hace participar al cerebro y a todo el sistema nervioso que envía órdenes a los músculos para que se muevan con gran precisión, sin perder el equilibrio, mientras avanzamos en terreno plano o irregular, subiendo o bajando escaleras. Todo esto sucede gracias al oído medio donde está el centro del equilibrio, que cuando este se altera, se produce inestabilidad y mareos con las consecuentes perturbaciones emocionales.
También, en esto de caminar participan los ojos que nos ayudan a ubicarnos, permiten evaluar distancias y alturas. Los receptores táctiles de nuestros pies nos hacen llegar información al cerebro sobre cómo es la superficie que estamos pisando, si es blanda, dura o resbalosa, todos datos que nos sirven para un caminar de forma coordinada y segura, que nos permita trasladarnos adecuadamente y así cumplir tareas de la vida cotidiana. El movimiento de brazos y piernas al caminar es muy peculiar pues se realiza en forma cruzada y alternada. Cuando adelantamos la pierna derecha también adelantamos el brazo izquierdo y viceversa. Este coordinado movimiento, genera toda una actividad cerebral armonizadora, que involucra a todo el sistema nervioso, comienza cuando los bebés gatean, allí también son movimientos cruzados que activan el desarrollo cerebral.
Además, caminar es el ejercicio más económico, no hay que pagar cuota a ningún club, no se necesita ningún equipo, solamente ropa holgada y zapatos cómodos. Es casi imposible producirse una lesión y si se camina en zonas de la costa o parques disfrutamos de la naturaleza y el aire puro que nos ayudan a mejorar nuestros pulmones.
Beneficios de caminar periódicamente:
- Mejora nuestra circulación y previene las várices.
- Mejora la eficiencia cardíaca.
- Tonifica los músculos intercostales y el diafragma, por lo que ayuda a mejorar nuestra respiración.
- Facilita el movimiento intestinal y por consiguiente, el estreñimiento.
- Evita la depresión por liberar endorfinas.
- Permite un sueño más profundo.
- Aumenta el gasto de calorías.
- Neutraliza el estrés.
- Ayuda a mejorar la inmunidad.
- Apacigua los efectos de la osteoporosis.
Por todo lo mencionado anteriormente es que recomendamos el ejercicio de caminar. Si es una persona que no tiene el hábito, puede comenzar con 5 a 10 minutos tres veces por semana, subiendo de a 5 minutos cada dos semanas. Si podemos salir en compañía será divertido y nos lograremos motivar mutuamente.
Para aquellas personas que no tienen tiempo y no pueden salir a caminar, tenemos el “ejercicio oculto” o también podemos llamarlo “disimulado”, que consiste en incluir caminatas en momentos como: al salir del trabajo, tomar el ómnibus 2 o 3 paradas antes para lo cual deberá caminar de 3 a 6 cuadras o bajarse 2 o 3 paradas antes o después para volver a caminar. Si tiene auto, antes de subirse, de la vuelta a la manzana al volver del trabajo o hacia el mismo. En su trabajo o si sale de compras, tratemos de evitar el ascensor y, en caso de poder, vayamos por la escalera y siempre tomar el camino mas largo.
Si bien el ejercicio oculto no tiene efecto aeróbico, por no ser continuado, gasta las calorías y tiene todos los beneficios descriptos anteriormente para la caminata continua.
Si una persona presenta dolencias o molestias que le impidan realizar ejercicio físico, debe consultar a su médico para que le diagnostique la causa o enfermedad que pueda estar presente y de esa manera buscar un tratamiento adecuado.
Por lo que podemos decir que con nuestra actitud y ganas podemos hacer que nuestra vida sea más sana y la podamos disfrutar con total plenitud.