Una piel grasa presenta oleosidad y brillo en todo el rostro, los poros se ven agrandados, están claramente visibles y la piel engrosada. Tener piel grasa provoca una predisposición al acné y esto genera impurezas como puntos negros y blancos.
El acné se puede presentar en la adolescencia y también atacar a adultos. Su impacto psicológico es a menudo importante, y por ello debe atenderse de manera apropiada, ya que la gran mayoría de los tipos de acné desaparecen con un cuidado adecuado.
Algunos factores contribuyen a la aparición de las lesiones acnéicas, normalmente se debe a las alteraciones hormonales (pubertad, síndrome premenstrual, embarazo) pero también al estrés y la fatiga. Cuando el sebo no puede salir con normalidad, los poros de la piel se bloquean y entonces aparecen las espinillas y los granos.
Los hombres tienen mayor presencia de glándulas sebáceas por lo que tienen mayor predisposición a tener la piel grasa.
Para tratarla es necesario realizar una rutina de tratamientos cosméticos adaptada a cada necesidad. Es muy importante limpiar diariamente la piel con productos formulados especialmente para la piel grasa y acnéica.